"Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. en una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo."
Quién le iba a decir a Charles Dickens cuando escribió "Historia de Dos Ciudades" en 1859 que más de un siglo después sus palabras continuarían vigentes.
El libro da a entender la intención del autor de dejar bien claro el sangriento ambiente revolucionario de dos ciudades aparentemente distintas como París y Londres, así como la inestabilidad del pueblo, unida a su locura.
Y es que las ciudades se imaginan a través de los ojos de quien las vive, ya sea escritor, turista, o ciudadano.
En este mundo nuestro es muy sencillo transmitir nuesta opinión: lo que amamos y lo que odiamos flota en el aire afectando la opinión de los que nos rodean, y generando a su vez la semilla de la decisión que nos haga querer, (o no), conocer una ciudad.
Con esta idea nace el Marketing de Ciudades o City Marketing.
Según J. Malowany (2004), el city marketing se define como el arte de
desarrollar la adrenalina que genera continuamente una pasión, y
pertenencia a la ciudad de todos los habitantes y sus visitantes junto a
las empresas que se sientan identificadas con la visión de la ciudad
que los acoge.
El marketing de ciudad es un proceso que se considera como un sistema
interdepediente, una puesta en red de los diferentes ámbitos de la
ciudad, una sinergia que relaciona la planificación urbana, los
servicios locales, el turismo, la industria, el comercio, el fomento de
la economía local, el tránsito, la cultura, la recreación y el deporte,
la ciencia y la tecnología, todos unidos en función de lograr una claro
compromiso de visión urbana.
Siguiendo a KOTLER, P. (1994), el error que cometen muchos promotores de ciudades o regiones es creer que comercializar una ciudad significa únicamente promoverla.
Consideran el marketing como un ejercicio de elaboración de la imagen, y lo confunden con una de sus funciones, la comunicación. Sin embargo, ésta es una de las tareas menos importantes cuando se aplica la orientación al mercado; en realidad, únicamente ayuda a los posibles interesados en la ciudad (ya sea por turismo, residencia o inversión) a descubrir anticipadamente las características de ella que le interesan.
Consideran el marketing como un ejercicio de elaboración de la imagen, y lo confunden con una de sus funciones, la comunicación. Sin embargo, ésta es una de las tareas menos importantes cuando se aplica la orientación al mercado; en realidad, únicamente ayuda a los posibles interesados en la ciudad (ya sea por turismo, residencia o inversión) a descubrir anticipadamente las características de ella que le interesan.
Tradicionalmente, los planes estratégicos de las ciudades se han basado en la potenciación de los aspectos tangibles de la ciudad, como elementos fundamentales sobre los que es posible desarrollar todo tipo de actividades humanas. Sin embargo, en la actualidad y en las economías avanzadas, empieza a cobrar importancia la gestión de los elementos intangibles en la búsqueda de una mayor calidad de vida y de una mayor cohesión social.
Porque en mi opinión, las ciudades tienen alma: Un alma grande y cambiante formada por la unión de todos los que habitan en ella, los que la sueñan y los que la visitan; como las gotas de agua salada forman parte del océano y en sí también son el océano.
Yo siempre pensé que los que somos de Madrid estamos en territorio de "nadie"; ser de Madrid no es como ser de Sevilla, de Bilbao o tener "pueblo", no es un sitio al que te refieras como una patria chica, al que desees volver cada vez que tienes vacaciones, al que tengas afecto verdadero y forme parte del paisaje de tu historia.
Pero con el paso del tiempo creo que me equivocaba.
Los avances tecnológicos en ocasiones facilitan lo complejo, así el uso de "drones", equipos aéreos no tripulados, para la fotografía aérea permite acercar el objetivo a lugares donde sería impensable captar una imagen de otra forma.
Esto es lo que han hecho en la agencia Cromatica45.
Utilizando el equipo Phantom han conseguido llegar a lugares donde drones mayores habrían tenido más problemas y nos presentan un precioso video de muestra sobre Madrid usando sólo planos aéreos de distintos puntos de la ciudad.
Utilizando el equipo Phantom han conseguido llegar a lugares donde drones mayores habrían tenido más problemas y nos presentan un precioso video de muestra sobre Madrid usando sólo planos aéreos de distintos puntos de la ciudad.
Después de verlo...... ¿ Querrías conocer mi ciudad?
¡Yo seguro que si!
Y pis pas, mañana más......
Mrs. Flishfermayer
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